Estándares de calidad, salud, religión, marketing… Son muchas las razones por las cuales las certificaciones en los alimentos existen. Por ello, muchos de los productos que ves a diario en el supermercado son fuertemente inspeccionados y testeados utilizando rígidos estándares. Si bien uno podría tener razón al decir: “bueno, pero estos certificados están hechos para que la gente compre más”, la verdad es que más allá de esa lógica, los certificados buscan ayudar al consumidor final, para que pueda realizar una compra más informada, como pasa con la tabla nutricional y aquí te explicamos porqué.
INDICE
LAS CERTIFICACIONES RELIGIOSAS.
¿Te imaginas los importantes y fuertes que son las normas impuestas por el Gobierno de USA para la fabricación de alimentos? ¿Nos creerías si te decimos que mucho antes de que éstas existieran, ya el Judaísmo e Islam habían establecido sus certificaciones y normas para la producción de alimentos? Y así fue y son la certificación Kosher, creada por el Judaísmo y, la certificación Halal; creada por el Islam.
LA CERTIFICACIÓN KOSHER
Ejemplo del sello Kosher en un producto. / Foto: The Spruce Eats.
Por definición, “Kosher” significa “apto” y la certificación que lleva ese mismo nombre, es otorgada a un producto una vez que los medios de producción y el producto en sí, se ajustan a los requisitos de la kashrut, que es un conjunto de leyes dietéticas judías que se recogen en la Torá escrita y la Torá oral.
A nivel mundial y también de forma regionalizada existen organismos con la autorización de certificar los alimentos, siempre y cuando cumplan los siguientes requerimientos:
Si hablamos de carne, el sacrificio que se hizo para obtener esa carne debió contar con la presencia de un rabino que verificó que se hiciera de forma correcta, garantizando que el animal no sufriera en ningún momento. Además, a la carne se le debe drenar la sangre, a través de un proceso llamado Kashering. Si es carne de mar, solo están permitidos peces con escamas y aletas. Langostas, camarones, ostras y demás criaturas sin escamas, están prohibidas.
Para obtener esta certificación, es necesario que la maquinaria donde se procesa el alimento esté totalmente sanitizada, además, el producto no debe tener aditivos que alteren su composición ni sabor, que no estén previamente mencionados en su etiqueta.
LA CERTIFICACIÓN HALAL
Ejemplo de certificación Halal / Foto: Entrepreneur Insight.
Halal es una palabra árabe que se traduce como «lícito», ya que cumple los dictámenes de la Sharia.
Si bien el concepto es aplicable a diversas tareas cotidianas de la vida, en el caso específico de los alimentos se refiere a la composición del producto y al entorno en el que éste fue producido.
En cuanto a los alimentos y bebidas, puede ser más fácil distinguir lo que no es halal que etiquetar lo que sí lo es, ya que para empezar, todos los alimentos se consideran halal a menos que estén estrictamente prohibidos, o sea catalogado como “haram”, que traduce del árabe “prohibido”.
Según la ley islámica, no se puede consumir animales no sacrificados según el rito Halal; el cerdo, el jabalí y sus derivados; tampoco perros, gatos, roedores, zorros, mulas, elefantes, monos o reptiles, ni animales depredadores o carroñeros. La sangre de cualquier especie animal está igualmente prohibida, así como también las bebidas alcohólicas, aditivos e ingredientes de origen animal no-Halal, y la mayoría de los insectos.
Al igual que pasa con la certificación Kosher, alrededor del mundo hay varias agencias con la autoridad de certificar los productos que son aptos para el consumo de los musulmanes.
LAS CERTIFICACIONES PARA DIETAS ESPECIALES
GLUTEN FREE
Los alimentos Gluten Free son los preferidos por los celíacos / Foto: Fortune.com
Y bueno: ¿qué es el gluten?
Se estima que más de 3 millones de Estadounidenses son alérgicos a esta proteína que se encuentra cereales como la cebada, el trigo y el centeno, por ende, los alimentos que provienen de estos cereales, llevan en sus composiciones a esta proteína, a menos que lleve la etiqueta de “Gluten Free”, otorgada por la FDA a los productos que tienen menos de 20 partes por millón (ppm) de gluten.
VEGANOS Y VEGETARIANOS.
La etiqueta “V” se populariza cada día más en Europa. / Foto: Vegconomist.
Parecen, pero no son lo mismo. La dieta vegetariana es aquella donde no se come ningún tipo de carne, sin embargo, suele haber casos donde personas comen mariscos o pescados, por lo puede considerarse flexible, a diferencia del veganismo, la forma más estricta del vegetarianismo, la cual evita absolutamente todos los productos animales y sus derivados. Inclusive, alimentos cuyo proceso de elaboración se haya dado en una línea de producción que haya tenido contacto con productos animales, tampoco son consumidos por el vegano.
Gracias a que este tipo de dietas se han popularizado, igualmente han crecido el número de productos para las personas que siguen a esta dieta, como estrategia de negocio y mercadeo.
SIN LACTOSA O LACTEOS.
Grandes marcas ya ofrecen alternativas sin lácteos / Foto: Dairy-Free review blog.
Esta certificación garantiza que los productos en cuestión no tienen lactosa o en su defecto, no son lácteos. Es un poco confuso, pero miremos las diferencias: la lactosa es un azúcar encontrado en los lácteos, por lo que puede haber alimentos lácteos, sin lactosa. Por otro lado, los productos que no contienen lácteos son derivados de plantas, granos o frutos secos y no tienen trazas de lácteos de ningún tipo.
El “NON GMO”
Las regulaciones “NON GMO” son unas de las más estrictas en la industria / Foto: NPR.
GMO, por sus siglas en inglés, significa “genetically modified organism”. En este caso, se refiere puntualmente a aquellas materias primas que fueron modificadas genéticamente a través de transgénicos, antes de utilizarlas para convertirse en alimento.
Hoy en día, los productos con la etiqueta NON GMO están creciendo en popularidad, gracias a los beneficios que trae para el cuerpo alimentarse de la manera más saludable posible.
CERTIFICACIONES GUBERNAMENTALES
Cada vez más el consumidor final exige conocer la procedencia del producto que va a consumir. El surgimiento de esta tendencia ha llevado a la aparición de ONG’s sin ánimo de lucro, cuya tarea es realizar estos seguimientos y otorgar certificados (en algunos casos junto con los gobiernos) que indiquen que estas empresas cumplen con estándares que promueven la responsabilidad social, el cuidado del medio ambiente y buenas prácticas económicas.
FAIR TRADE Y RAINFOREST ALLIANCE
Las empresas apuestan cada día más a proteger el medio ambiente. / Foto: Wikimedia.
La certificación Fair Trade creada por la ONG que lleva el mismo nombre y que certifica que el producto que se comercializa fue producido por empresas que fomentan la protección del medio ambiente, la sostenibilidad el desarrollo social y ofrece a sus empleados condiciones de trabajo dignas y seguras.
Sucede lo mismo con la ONG Ranforest Alliance, que emite una certificación a todos los alimentos creados por empresas sostenibles, responsables socialmente y que cumplen con los estándares internacionales de conservación del medio ambiente, protegen la vida salvaje y promueven entornos con buenas condiciones laborales.
USDA ORGANIC
Esta certificación se otorga a aquellos productos que contienen, mínimo, un 95% de ingredientes orgánicos y que no tienen trazas de productos químicos, aditivos, productos sintéticos, pesticidas o sustancias modificadas genéticamente. Si en el 5% restante, llegase a encontrarse un ingrediente no ecológico, los fabricantes deben indicar en la etiqueta del producto dichos ingredientes, siempre y cuando se encuentren en la lista de productos aprobados.
¿Sabías que en SM & More llevamos tu producto a más de 250 mercados en el Midwest de Estados Unidos? Ponemos a tu disposición más de 30 años de experiencia en la industria de los alimentos, para así apoyarte llevando tu marca al siguiente nivel.
Haz click aquí y conoce TODO lo que tenemos para ti.
